domingo, 5 de diciembre de 2010

Advertencia a los hipocondríacos

Muchos objetos que utilizamos cada día están infestados de bacterias. Pero no pensamos siempre en el teclado o el ratón de su ordenador. En 2008, a petición de la revista inglesa Which? Computing, un biólogo realizó un estudio sobre treinta teclados de un oficio londinense. Cuatro de estos estaban peligrosos para la salud. El más sucio superaba 150 veces las bacterias permitidas. La conclusión de este estudio: un teclado puede ser más sucio que los retretes.
¿Cómo es posible que se hallen tantos gérmenes? La causa principal de infección de un teclado es el hecho de comer en su despacho. Las migajas que se atascan entre las teclas están propicias para el desarrollo de millones de bacterias. En el estudio, que ha encuestado a más de cuatro mil usuarios, constató que el 11% nunca limpia su teclado y el 20% nunca limpia su ratón.
Gérmenes y bacterias no están tanto peligrosos cuando interfieren solo con la piel. Como la piel protege los tejidos vulnerables de las infecciones, un teclado sucio no puede hacer mucho daño. Sin embargo, cuando las bacterias interfieren con heridas en la piel o con la boca, pueden causar infecciones o enfermedades. La reserva de gérmenes que se esconde en un teclado puede ocasionar: gastroenteritis, resfriados, diarreas, infecciones estomacales graves y alergias.

Cómo evitar esto: limpiarse las manos después de haber utilizado el material informático manipulado por todo el mundo.
Se encuentren también muchas soluciones en el Internet para limpiar el teclado y el ratón:
- Limpiar con alcohol (pero se corre el riesgo de que las letras se borren.)
- Para quitar el polvo del teclado, colocarlo boca abajo y sacudir con firmeza (pero con cuidado, declino toda responsabilidad en caso de ordenador roto)
- Pasar la aspiradora
- Existen esponjas especiales para despegar todas las bacterias y suciedades.
Para los que no quieren tocar un teclado de su vida después de leer este artículo, una solución es colocarlo con un filme plástico y cambiarlo a menudo. Otra solución más cara: existen hoy teclados flexibles antibacterianos y resistentes al agua.


Sin embargo, no se preocupéis, el objeto más propicio a la proliferación de bacterias de su entorno no es el teclado o el ratón de su ordenador. De hecho, este premio pertenece a los teléfonos móviles – especialmente los compartidos. Según un estudio realizado en Inglaterra, un móvil tendría 500 veces más bacterias que los retretes. El aparato, que calienta durante su utilización, es un nido de microbios porque les gusta el calor. Además, es manipulado por manos sucias y transportado en numerosos sitios. Para evitar esto, hay que limpiar el aparato todos los días con alcohol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario